2 de Junio de 2013
Mario Sofroniou y Jorge Navarro Colorado preparados para cantar bajo la dirección de Gianluca Marcianò con el Chelsea Opera Group en el Queen Elizabeth Hall esta tarde.
De sobra es sabido que la mayoría de las historias de la ópera de repertorio gustan de moralinas, amores imposibles, inmaculados y que transcienden la muerte, de personajes maniqueos y guerras; y todo eso me supera. Es todo tan anticuado que apenas puedo sentirme vinculado a esas historias, y hasta me pregunto quién podrá… Pero ante la oportunidad de ver una nueva (para mí) ópera romántica hoy -Alzira de Verdi y Cammarano-, la disfruté tanto que me tuve que cuestionar… ¿La he disfrutado más que el último montaje que he visto en la Royal Opera House? Y la pregunta tiene mucha miga, porque la Alzira la interpretaba la compañía amateur llamada Chelsea Opera Group (con una tradición de 60 años)… ¡¡Que empiece la pelea!!
CONCEPTO DE LA ÓPERA
Tanto Alzira como La donna del lago son óperas románticas, y ya he dicho que el concepto de finales felices con moralina y ensalzamiento de los monarcas/gobernantes no van mucho conmigo, así que esto es un EMPATE.
MÚSICA
Me temo que aquí no soy capaz de elegir tampoco: Verdi y Rossini son los dos maestros que supieron entroncar con la tradición recibida para llevarla a cotas nuevas… Tengo que admitir que no soy un gran fan de ninguno de ellos, y ambas óperas son obras menores de estos genios musicales. La donna tiene arias maravillosas, mientras que los finales de Alzira hacen vibrar… de nuevo un EMPATE aquí.
HISTORIA
OK La donna del lago ama a un hombre con el que no puede estar, y rechaza tanto al rey como al general con el que su padre quiere casarla; y es sólo por la piedad del rey hacia ella (!) que finalmente consigue casarse con su amado. Alzira acepta casarse con quien quiere matar a su amado Zamoro sólo por salvarlo, y Zamoro agradece al magnánimo gobernador su perdón… matándolo!! (y mientras muere, les desea amor eterno y les perdona de nuevo: el miedo a la condena eterna es poderosísimo). Me llega muchísimo más la segunda. Punto para el COG.
PRODUCCIÓN
Alzira se presentaba en concierto, con el coro en negros y verdes, un cantante con un chaleco amarillo y zapatos rojos y el resto en chaqué o traje de noche. Sólo dos de los cantantes actuaron un poco sus papeles… pero todo me pareció perfecto. Equilibrado y hasta apropiado. La donna del lago tenía una costosa producción donde supuestamente Rossini y Walter Scott contemplaban piezas de museo para entender la Historia. Y luego había unas escaleras creando espacios. Ah, sí, y una visión bárbara de los escoceses con violencia de género y escenas de mal gusto incluidas. Aquí, claramente, menos fue más. Otro punto para el COG.
CANTANTES
OK, aquí no hay discusión que valga. Aunque los cantantes en Alzira lo hicieron muy bien y disfruté mucho su actuación (mención especial a Holland, que se aprendió el papel protagonista en una semana), a pesar de eso, La Donna era Joyce di Donato; el Rey, Juan Diego Flórez; Malcom, Daniella Barcellona (tres de los mejores belcantistas que se pueden disfrutar hoy) y Rodrigo fue a última hora un valiente Michael Spyres que hizo un gran trabajo también. Esto es un doble punto para la ROH.
DIRECTOR
No puedo estar más en desacuerdo con las críticas que alaban la dirección de Mariotti en La donna. Sus tempi eran absurdamente lentos; su modo de ahogar a Daniella Barcellona en Mura felice, un crimen; su indiferencia por la partitura que estaba ejecutando, absoluta. Sólo puedo decir que en la segunda parte lo hizo un poco mejor, pero yo no le sentí tocar música. Me gustaron mucho más los esfuerzos de Gianluca Marcianò para sacar lo mejor de su orquesta. Quizá se sentía irregular a ratos, pero no paró de proporcionarnos grandes momentos, y sus saltos y danzas acompañando a la música nos mantuvieron entretenidos también. Él le da el punto al COG.
ORQUESTA
¿Sería posible que una orquesta estable y profesional no sonara mejor que una amateur? Obviamente no. Los maestros de la orquesta de la ROH son increíbles, sus solos una delicia, se esforzaron por hacer música a pesar del director. Aún así debo hacer hincapié en que, a pesar del menor nivel de la orquesta del COG, posiblemente sus músicos mostraron similar o mayor entusiasmo. Quizá sus resultados no fuesen tan buenos, pero lo hicieron lo mejor que pudieron, sin duda, y les agradecemos semejante esfuerzo. Otro punto para la ROH.
CORO
Este fue sin duda el punto más débil del COG. El suyo es un coro viejo y escaso. Las secciones masculinas apenas eran audibles en los fragmentos de guerra, las mujeres mantuvieron el tipo un poco mejor. Sin embargo, tampoco puedo decir que el coro de la ROH me volviese loco, pero imagino que parte del problema es que no comparto la filosofía de los directores de dividir tanto las voces (en muchos pasajes el coro era absurdamente escaso). Con todo, es un coro muy profesional y sus intervenciones fueron muy buenas, por lo que es punto para la ROH.
COMFORT
Aunque iba invitado a ambas funciones, vi las 3 horas de Donna de pie y sin apenas poder ver los sobretítulos. Mi butaca en el Queen Elizabeth Hall por contra estaba cerca del escenario y con visibilidad y acústica perfecta. Punto para el COG.
IMPRESION GENERAL
Hasta aquí todo ha resultado en empate. Disfruté ambas óperas, pero quizá el quid para la impresión general que me llevé fuese mi EXPECTATIVA. Fui a la ROH esperando ver un gran espectáculo con grandes cantantes y todo el dinero que se gastan y bueno... simplemente lo disfruté. Esperaba un nivel muy bajo en la representación del COG y me sorprendí muy gratamente con su actuación. Así que la moraleja aquí es: no es que uno sea mejor que el otro, eres tú mismo el que pone el listón tan alto que no puedes disfrutar a menos que cumpla con tus expectativas. Visto lo visto, habrá que tirar los listones y simplemente disfrutar lo que se nos ofrezca.
Aha, vale, pero ¿puede ser con algo que sintamos más contemporáneo la próxima vez?
¡Espero que alguien programe Lulú pronto en Londres!
Comments